Por qué no te llevaste también mi alma?
Porque la dejaste tirada en aquel sillón
En un mundo de recuerdos
Que hoy se escapan por cada rincón
Y calan lentamente hasta llegar al corazón
Dejando allí una herida
Donde me ahogo sin compasión
Donde me pierdo sin encontrar salida
Y me quedo ahí
Loco, enfermo y preso de amor...
0 comentarios:
Publicar un comentario