Todo comenzó una tarde cualquiera,
Cuando tus palabras sin golpe ni aviso
mataron mi corazón.
Recuerdo que la brisa era muy fría
Y las nubes en el cielo amenazaban con desbordarse en lágrimas,
Me quede perplejo, mirando todo a mi alrededor
sin tener donde ir...
Y mis pasos lentos no me ayudaban a seguir...
Y yo, divagando, perdido en mi,
Sin tiempo ni espacio,
Sin mas que tus palabras que resonaban una y otra vez
En medio de tanto silencio que quedaba en mi alma
Después de tantos latidos moribundos que volvieron a extinguirse
Se apagaron y quedaron hundidos por siempre
En medio de mi melancolía una tarde cualquiera.
1 comentarios:
Me ha gustado muchísimo.
Abrazos.
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