La voz de mis silencios pronuncia tú nombre
Y me pierdo en el perfume de tu encanto,
Deleitándome en la tibieza de tu piel,
En aquel recóndito lugar
Donde solo mis manos saben llegar,
Donde suelo quedarme en aquellas noches de luna
Cuando mis besos no saben escapar a la dulzura que nace en ti,
Entre pecado y devoción,
Entre el amor y la pasión,
Entre suspiros enredados en aquellas sábanas blancas
Testigos de nuestro amor,
Donde pierdo la cordura al momento de amarte,
Donde simplemente quedo yo
Preso en un laberinto de deseo
Atado para siempre a tu amor.
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