Haz que tu templanza se apodere de mi vida,
Que pueda reinar de nuevo La Paz,
Abriendo surcos en el torbellino de mis pasos
Qué dejo al andar, dejando una estela de amargura en la cual suelo caminar
En medio de espinas,
Entre millones de pétalos de flores
Y dulces melodías
Que hacen libre el silencio que se aloja en mi alma
Y la tempestad que se apodera de mi corazón
Haz que la suave voz de la lluvia al caer
Se quede por siempre en mi ser
Para desalojar la tristeza que invade mi pensar
Y volver a sonreír ...
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