Déjame que eleve la mirada al cielo
Para buscarte entre mil estrellas
Mientras el susurro del viento pronuncia tu nombre.
Déjame perderme en el firmamento para sentir que estás aquí
Entre nubes de algodón
Y los radiantes luceros de atardecer,
Que parecen brillar con la luz de tus ojos,
Cuando la noche cae y el silencio se hace profundo,
Déjame ver en los senderos la silueta de tu figura,
Mientras te dibujo lentamente en mi mente,
Guardando cada centímetro de ti al llegar la aurora,
Para quedarme contigo,
Cuando los pequeños rayos de sol lleguen cada mañana
Llevándote tan lejos,
Escondiendo la melancolía de mi alma,
Entre cantar de pájaros errantes que pasan y no vuelven,
Así como tú adiós, en esta primavera de nunca acabar.
Déjame... y sé feliz
En los confines del universo,
Lejos de mi tediosa soledad.
Déjame.
Publicado por
C. Herz
jueves, 17 de agosto de 2017
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