He dejado en el olvido las horas de nunca acabar,
el tiempo olvidado en el placar
y el murmullo del silencio
que pasa lento sin acabar.
He dejado los abrazos y los besos
que cada noche con pasión te di,
los cuales se congelaron lentamente bajo un manto de cristal
dejando en el pasado las amarguras y desvelos,
que no supiste valorar cuando nos sorprendían desnudos
cálidos amaneceres de placer olvidando la monotonía.
He dejado mi camino de sueños junto a ti,
para empezar a caminar con el reloj a cuesta,
y los segundos tomados de mi mano hacia la libertad
olvidando la pesada carga de tus enojos a mi espalda
cuando tu frialdad
mataba mi vida día a día
y mi compañía no era mas que tu soledad
mi alma parecía muda, tirada junto a mi
con el ensordecedor ruido del lamento
de un corazón que cae rendido a tu adiós
cuando el sentir pide a gritos "No te vayas por favor."
el tiempo olvidado en el placar
y el murmullo del silencio
que pasa lento sin acabar.
He dejado los abrazos y los besos
que cada noche con pasión te di,
los cuales se congelaron lentamente bajo un manto de cristal
dejando en el pasado las amarguras y desvelos,
que no supiste valorar cuando nos sorprendían desnudos
cálidos amaneceres de placer olvidando la monotonía.
He dejado mi camino de sueños junto a ti,
para empezar a caminar con el reloj a cuesta,
y los segundos tomados de mi mano hacia la libertad
olvidando la pesada carga de tus enojos a mi espalda
cuando tu frialdad
mataba mi vida día a día
y mi compañía no era mas que tu soledad
mi alma parecía muda, tirada junto a mi
con el ensordecedor ruido del lamento
de un corazón que cae rendido a tu adiós
cuando el sentir pide a gritos "No te vayas por favor."
0 comentarios:
Publicar un comentario