Llegaste a mí una noche, cuando las estrellas juegan a esconderse en el umbral,
Mientras la niebla se esconde en el humedal.
Llegaste pálida y perpleja,
Como una flor en soledad,
Tal como si fueras una gota de lluvia que se pierde en el Cristal
Cuando la luna mengua y los rayos del sol no parecen alumbrar,
En el otoño gris de mis tempestades,
En el ocaso sin final,
Cuando las aves migran en primavera
Y la flor de los cerezos parecen marchitar, en el ensueño de los pasos lentos de mi caminar.
Llegaste a mí errante,
Mientras la soledad no parecía escapar de aquel tiempo de angustia
De aquel matiz de poco libertad,
Cuando se apagan las luces
Y el tiempo se pierde en el desván,
Mientras las golondrinas cantan en aquella noche oscura
Cuando mis letras se pierden sin Piedad.
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