Un poco de silencio
Entre tú vida y la mia
He de ser el silencio qué pasa entre el umbral y las sombras,
Entre susurros llenos de soledad,
Desatando ataduras de tu alma y la mía
En el sendero qué pasa a tu corazón
Cuando el alba llega, cuando la noche cubre nuestros sueños
Y el amanecer nos hace gigantes en el libre albedrío del amor,
Entre humedad sábanas que desbordan pasión
Entre tú vida y la mía.
Vi.
Vi el brillo de sus ojos en cada estrella
cuando la luna menguaba, parecía ver su sonrisa...
Mientras la suave brisa traía su aroma
y el aquel gris azulado del cielo me recordaba su templanza...
vi en cada sombra de la noche su silueta,
y en el ocaso podía sentir el roce de su piel.
En las madrugadas, podía sentir su aroma,
Que pasaba raudamente con la brisa de aura
Mientras un leve suspiro se me escapa al llegar el alba
En la reminiscencia de los sueños
Cuando volvía lentamente a la realidad.
Esta Soledad.
Esta soledad me pone a oler tu ausencia,
A sentir tu presencia y tu calidez,
A ser cómplice de tu lejanía
En el sendero de una noche oscura,
Donde tu silueta se aleja raudamente,
Y mi alma se queda presa de tu voz,
En el vaivén de mis pensamientos,
En el sentir de mi corazón,
Donde me quedo en silencio
en este sueño que me lleva más allá de la realidad
Tan solo con tu presencia....
Hoy es una de esas noches.
Donde el susurro del viento canta
Y hace más fría la habitación,
Mientras un manto de estrellas cubre un cielo triste.
Hoy es una de esas noches en que el alma llora,
A pasos lentos, como las manijas del reloj,
Que avanzan con total plenitud lejos de lo mundanal.
Hoy es una de esas noches,
En la más oscura de las sombras,
En el sin fin de la soledad.
Melancolia
Y me quedo en silencio, ese, que ahoga mi corazón,
Que convierte mis noches en desvelos,
Y que inunda todo alrededor,
Amarrando mi pensar a mi sentir,
con tal sentimiento que arremete con la fuerza de un huracán
en lo mas profundo de mi alma
Mientras el frío cala, sintiéndose cada vez más perturbador
Cada vez mas incierto, llenándose de melancolía.
Y yo, sigo aquí,
Con éste, tu silencio, que vive y mata
En los desdenes de la soledad.
Lléname
Que yo, en cada uno de ellos, te haré el amor,
Surcando con el deleite de suaves melodías,
Recorriendo tu cuerpo en flor,
Desnudando poco a poco el alma
En medio de suaves caricias llenas de pasión,
Mientras bailan sigilosas estrellas mudas
Adornando todo alrededor
En este, mi mundo sin final
En donde solo estamos tú y yo.
Vive, ama, sueña
Vive, ama, sueña
Deja volar la imaginación
Perdiéndote en letras sin sentido
Desnudando el corazón.
Vuela, sonríe, existe
En los confines del universo
En donde el mar se esconde del sol
A pasó del lento del ocaso
En donde se pierde la luna en cada estación.
Llora, ríe, canta
En los sendero llenos de flores
Pasando por llanuras llenas color
En donde cantan cientos de pájaros alegres
En donde se queda en silencio mi voz.
Camina, corre, avanza
Siguiendo los minutos solitarios de las manecillas del reloj
Cuando la brisa pasa rauda en los otoños de canelo en flor
Escuchando los tic tac desde aquella habitación
Donde cada madrugada muere poco a poco el día y la noche
Dejando los cerezos en flor.
Déjame.
Déjame que eleve la mirada al cielo
Para buscarte entre mil estrellas
Mientras el susurro del viento pronuncia tu nombre.
Déjame perderme en el firmamento para sentir que estás aquí
Entre nubes de algodón
Y los radiantes luceros de atardecer,
Que parecen brillar con la luz de tus ojos,
Cuando la noche cae y el silencio se hace profundo,
Déjame ver en los senderos la silueta de tu figura,
Mientras te dibujo lentamente en mi mente,
Guardando cada centímetro de ti al llegar la aurora,
Para quedarme contigo,
Cuando los pequeños rayos de sol lleguen cada mañana
Llevándote tan lejos,
Escondiendo la melancolía de mi alma,
Entre cantar de pájaros errantes que pasan y no vuelven,
Así como tú adiós, en esta primavera de nunca acabar.
Déjame... y sé feliz
En los confines del universo,
Lejos de mi tediosa soledad.
Luz
Eres la esencia más pura del alma mía,
Un destello de luz, radiante
Profundo y de nunca acabar
Que ilumina este mar de oscuridades
En medio de la tempestad.
Refulgente luz cegadora
De Exuberante encanto y vanidad
Que llegas y te vas en un parpadeo
Dejando tú destello fugaz
Como una estaca en el quid de mi ser.
Mientras tú, bailas jubilosa,
Llena del resplandor en tu lumínico entorno,
Cuando mi alma se pierde, a lo lejos,
Envolviéndose en cientos de estrellas
Que, celosa te ven pasar
Dejándome embriagado de ti
En el silencio de tu luz
Esperando verte partir.
Necesito más de ti.
Necesito más de ti
Para cubrir cada espacio de mi soledad
Para detener el tiempo y el reloj no avance.
Necesito más de ti
Para impedirle a la luna que mengüe
Y así ver su total brillo noche a noche junto a ti,
Necesito más de ti
En el silencio de la madrugada,
En cada amanecer,
En mis silencios y mis tempestades,
Necesito más de ti
Cuando siento que mi alma muere por qué no estás aquí
Cuando no encuentra el sosiego a esta melancolía
Que no cubre el espacio de tu ausencia y lejanía
Necesito más de ti, para ser yo
Para sentir, soñar y vivir.
Letras y versos en ti
Déjame descubrir cada trazo de tu piel,
Y en ella Escribir la mas hermosa poesía,
Con suaves caricias de amor
Iré deleitándome con la sutileza de tu figura,
Mientras, mis manos calzan justo a tu cuerpo
Desnudándolo entre letra y verso,
Entre prosa y silencio,
Demarcando cada detalle, cada punto y guión,
Cada frase, cada sílaba, cada historia de amor,
Grabaré con tinta de mis besos
Un sin fin de palabras
Donde se junte tu alma y mi alma
Cuando la luces se apaguen
Y mi pluma quede llena de ti
En la perpetuidad de tu ser.
Eres lluvia de abril.
Doncella de Luna y sol.
Cielo de amor
Noche gris.
Una noche más.
Solo necesito una noche más en tu dolor,
En el pensamiento tortuoso de mil despertares
Lejos de tu amor,
Necesito solo una noche más de desvelo,
Para sentir tu calor,
Aquel que me lleva al cielo
Y me lleva al amor,
En un infinito vendaval de pasión,
Cada noche,
Cada minuto,
En cada rincón...
Solo necesito una noche más en esta fría habitación....
Esta soledad
Esta soledad me pone a oler tu ausencia,
A sentir tu presencia y tu calidez,
A ser cómplice de tu lejanía
En el sendero de una noche oscura,
Donde tu silueta se aleja raudamente,
Y mi alma se queda presa de tu voz,
En el vaivén de mis pensamientos,
En en sentir de mi corazón,
Donde me quedo en silencio
en este sueño que me lleva más allá de la realidad
Tan solo con tu presencia....