Me pregunté por tus besos
Por tus caricias
Y soledades...
En la esquina de aquel bar, 
Mientras miraba atentamente 
Escuchando a la gente hablar
Mientras mi mente volaba en silencio
Perdiéndome al paso de las agujas del reloj
Sintiendo como unos ojos me miraban
Sonriéndome sin piedad
Acercandose sigilosamente
Sin poder escapar,
A esos hermosos labios rojos
Que me invitan a saciar la sed
De tu boca y la mía,
Tomando tu mano y llevándote 
Bajo la tenue luz de aque el farol 
que atentamente nos mira
Y guarda en silencio aquellas caricias insaciables
Llenas de  sensualidad
Mientras sigo desnudandote, lentamente...
Solo con la mirada 
Sin perder ningún detalle de ti
Con la complicidad de la luna
Y aquellas estrellas que bailan tintineantes
En esta noche de pasión.
 
 
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